Amanecer en Getxo

 

Getxo, 08:15 h

La silueta de los montes se dibuja con absoluta nitidez. Las sombras de la noche se pasean aún a sus pies, negras herederas de lo que fue, moribundas ante la acuciante llegada del sol. Este, perezoso, se resiste a asomar sobre las cimas pero desparrama su luz por el cielo.

Las nubes, cargadas de curiosidad, esperan impacientes el nacimiento del nuevo día y sirven de pantalla a los rayos solares. Así, atrapan los primeros amarillos, suaves y delicados que pronto adquieren un dorado meloso. No queda ahí la cosa.

Ahora gana en intensidad para dar paso, en apenas dos segundos, a un naranja amelocotonado que, sin dar tregua, sube el órdago hasta travestirse en un naranja tan intenso que duele. Las nubes no saben cómo gestionar tanto derroche. Acaloradas, o tal vez rojas de ira, inician una retirada tenue, un mutis por el foro con estilo. Es el momento.

El sol emerge, ahora sí, raudo y vigoroso. La luz corre sin aliento y las sombras huyen a los confines.

Luces y tinieblas

principio y fin

nacimiento y muerte.

  Autoría: Argiñe Areitio.

4 comentarios:

  1. Qué ganas de ver ese amanecer Argiñe!

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  2. Purificacion Minguez Losua7 de diciembre de 2020, 11:49

    Extraordinario Arguiñe.
    Texto cargado de poesía. Presiento que darás el salto a la métrica o a la prosa poética en cualquier momento
    Lo noto en mis huesos. Y si no es así lo mismo dará, porque seguiré leyéndolo y disfrutándolo en tus escritos.

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  3. Que elegancia en la descripción.
    Me recuerda a Javier Reverte.
    Precioso amanecer.

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  4. Eskerrik asko, chicos. Me alegra que os haya gustado. La verdad es que los vientos del sur que nos han visitado en las semanas anteriores han propiciado muchos bonitos amaneceres. Solo hay que prestarles un poco de atención.

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