Alas de cera


Yo debí volar, pero quedó pendiente.

De cera son las alas de mi vida.

Expuesta como Ícaro a un sol ardiente.

Las velas en el  vuelo derretidas.

Ante el aire de la vida, creí crecer,

arriesgué en loco empeño.

Soñando  que surcaba los espacios,

solo aré el polvo de los tiempos.

Sumisa y dócil me acerqué al suelo.

Debí ser tormenta ciega ¡Oh loco anhelo!

Pero evite sufrir y en mi desidia,

trunqué este viaje en su dulce tormento.

Ilusa prometiéndome una cura.

Creyendo que no fuese locura

castrar mi vuelo y parecer más cuerda.


Autoría: Purificación Mínguez.

5 comentarios:

  1. Elegimos,pero no dejamos de pensar en lo dejamos de tener. Nos queda la emoción de imaginar. Me gusta

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  2. Elegimos,pero no dejamos de pensar en lo dejamos de tener. Nos queda la emoción de imaginar. Me gusta

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  3. Elegimos una vida, pero no paramos de pensar en las que dejamos de tener. Nos queda la emoción de imaginar. Me gusta

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  4. Volar... un deseo profundo que siempre se rompe en mil pedazos al chocar contra la realidad. Mas tus poemas nos permiten, por unos placenteros segundos, sentir el aire en el rostro mientras surcamos los cielos.

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  5. Arriesgar es difícil y muchas veces lo desechamos. Luego, el pasi del tiempo nos tortura, recordando que pudimos hacer pero no hicimos y somos el fruto de nuestra cobardía. Muy duro.

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