Fuimos todos de papel. Por eso escribimos, para volver a casa.
En algún momento la letra
mudó a imagen, el papel se endureció, cambiando la resma por pulgadas. A través
de nuestras manos la muñeca se alejó del corazón, dejando que el latido de
tinta se secara, convirtiéndolo en pictograma fácil. En la diáspora, se
dispersaron veintisiete puntos cardinales, orientándose a variantes imposibles
que se simultaneaban para decir lo mismo de siempre, sobre lo mismo anteriormente
dicho. Rogando con gestos una traducción simultánea. La filosofía, con ayuda de
Proust, aprovechó el confuso tumulto para vender esa semana dos coches, un
lavavajillas y unas magdalenas ácimas sin gluten.
Algunos románticos se
animaron con el tiempo, comprando objetos inútiles para conseguir datos en
celulosa impresa. Se convirtieron en incunables los manuales de las planchas.
Las instrucciones de una cafetera italiana se hicieron ese año los amos de
Sotheby’s. Todo animaba en la confusión hacia la desmemoria.
Un político dimitió por culpa
del Telepronter, al no poder volver atrás en el discurso.
Modificaron las estanterías
sus volúmenes, acogiendo flamencas y onomásticas palomas de porcelana.
Mi tía Emerilda enmarcó el
prospecto del ibuprofeno, y el profesor dejó de registrarnos el pupitre los
días de examen. Ya solo desconectaba la wifi.
Candela, mi perra, husmeaba a
diario el felpudo olisqueando la ausencia de noticias. Los cristales nunca más
quedaron limpios.
Nos perdimos porque fuimos todos de papel. Por eso
escribimos, para volver a casa.
Mojar la pluma adquirió
condición de insulto. Y se creó la profesión de esquilador de gansos, ante la
necesidad de aliviar al animal de lo inservible.
En un museo de Milán duerme
el sueño de los justos la última goma de borrar, con la arista mellada, justo
al lado de la libreta pautada en la que falta una hoja. Herejía perpetrada por
Micaello, que un rapto de locura, quiso advertir a su madre del horario de
llegada y se fue la luz. Y claro….las prisas. El juez le exculpó cuando su
madre, llorosa, reconoció no haber entendido el absurdo aviso.
- ¡Cuatro guantazos bien
dados, Señoría!- ofreció la madre- ¡Y se le quita la tontería al niño de
atentar contra el progreso!
La cosa se fue poniendo cada
vez más fea.
El pulgar alcanzó
proporciones gigantescas y el índice y corazón se fundieron en uno,
consolidando al enter como tecla magistral.
Un sobre sin cerrar sufrió
prisión por atentar contra la lengua. Se le condenó a ser veinte años y un día
pajarita de papel en la ventosa terraza de un ciudadano común y corriente. En
su interior se encontró, deglutido, el último recibo de una Caja de Ahorros de
Albacete. 12,50 de interés, que nadie pagó, como se supo después de las
pesquisas, por defecto de forma.
José Luis se metió un cable
por el culo provocando un apagón general. Alegó que se hizo un lio cuando el
profesor lanzó un exabrupto “¡La única
conexión que tengo con usted es cuando me limpio el culo con su examen! “. También
el catedrático fue expedientado, por inculcar al alumno prácticas en desuso.
A Ernesto le tocaron en la
lotería dos estampas de La Milagrosa y la Cartilla Blanca de un pelusa insumiso,
concretamente del Regimiento de Alcantarilla. Declarado huido un 23 de Febrero
de 1981. Nunca volvió a recogerla, ni a su casa tampoco. Cambió de nombre y se
mudó a Ohio. Vegeta allí entre cartones de pizza. Un crack de la informática se
dice de él. Su último logro ha sido un algoritmo para denegar automáticamente
cualquier crédito hipotecario mediante la combinación de teclas CTRL+ALT+F5.
Pesa ya más de 215 kilos.
Fuimos todos de papel. Por eso escribimos. Para dejar
atrás el caos. Para volver a casa.
Autoría: Purificación Mínguez.
¿Un futuro próximo? Inquitante de verdad. Reconozco que los libros digitales o ebook son un gran adelanto, y de lo que se trata es de facilitar la lectura y que cada uno elija lo que más le guste. En mi caso me temo que yo acabaría detenido en ése futuro que nos predices; el acariciarlo, el olerlo,..sólo en papel es posible.
ResponderEliminarMe encantan tus ocurrencias, Puri... "un sobre sin cerrar sufrió prisión por atentar contra la lengua". Son fantásticas.
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